HDKI headquarters intern #10 – Ismael Babeli

Hace ya unos días que volví a casa después de estar un mes en el Hombu Dojo, Dublín realizando el internship de la HDKI. Poco a poco va saliendo el cansancio acumulado,  mi cuerpo aún está algo resentido debido a la intensidad de los entrenamientos y las condiciones de vida de escaso confort.

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Os cuento un poco como iba la rutina en el dojo, en líneas generales consistía en asistir a los morning trainings y a las clases para adultos además de ayudar dos horas al día en las clases de los más pequeños. La verdad es que aun habiéndome preparado físicamente durante el mes anterior, durante la primera semana tuve agujetas y dolor por todas partes. Por suerte, durante los días siguientes fueron a menos progresivamente hasta desaparecer, gracias en parte a los complementos vitamínicos.  La semana más dura fue la segunda, ya no todo era novedad y el cansancio pesaba, lo cual hizo que pasara más lenta y que no diera el 100% en los entrenamientos. Para la tercera y cuarta semana mi cuerpo ya se había acostumbrado bastante más a la rutina de los entrenamientos y empecé a notar mejora en mi karate, lo cual me dio fuerzas para rendir al máximo, seguir intentando superar mis límites y disfrutar más que nunca de los entrenamientos. Y así, casi sin darme cuenta llegó el día de regresar.

Una de las cosas que más me impactó del Hombu fue el ambiente de trabajo y de actitud de mejora presente en todas las clases, se podía respirar una verdadera pasión por el karate; especialmente en los morning trainings, normalmente reservados para los instructores y en los cuales se hacen ejercicios muy provechosos y se abren espacios para debates interesantes. Sin duda son las clases en las cuales más he aprendido y más feedback he recibido. Antes de acostarme por la noche teniendo al día siguiente morning training me repetía a mi mismo:

-mañana lo das todo y llegas al nivel de los demás

 Aunque rara vez conseguía mi objetivo. En las clases de la noche, la gente es muy agradable y acogedora, además de haber estudiantes jóvenes muy motivados,  lo cual me hizo crecer aún más mi espíritu por el karate.

Este viaje entre otras muchas cosas también me ha servido para conocerme mejor  a mí mismo, descubrí que dar clases es algo que realmente me gusta y llena. Especialmente a los niños,  por lo graciosos que son, pero también a los adultos por el reto que supone. Además me ha servido para conocer mejor mi cuerpo, al ponerlo constantemente al límite debido no solo a los entrenamientos, sino las condiciones de vida del dojo y la comida (platos preparados y del súper casi a diario). Quedé asombrado por la rápida capacidad de adaptación y de regeneración del cuerpo humano, es una máquina casi perfecta. 

Ahora, volver a mi rutina habitual ha sido un duro golpe de realidad, que durante unos días me ha entristecido, pero ahora es hora de integrar todo lo aprendido mediante entrenamiento, lo cual supone un gran reto.

Sin duda alguna realizar el internship ha sido una de las mejores experiencias de mi vida, no sólo porque he tenido el placer de entrenar con Scott Sensei y Ross Sensei (principalmente) recibiendo sus consejos y correcciones permanentemente, ayudando no sólo a que mi técnica de karate mejore, sino por la inspiración que me han transmitido como colectivo y por haber sido contagiado por parte de su espíritu marcial. 

Finalmente dar las gracias a la HDKI, por hacerme creer en el karate de nuevo, a HDKI Spain y RANAI DOJO por el apoyo y por ser el puente para disfrutar de esta tremenda oportunidad.

Ismael Babeli

PD. El internship fue realizado durante el mes de Septiembre del 2019.

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