Nijukun II: No hay primer ataque en Karate

No hay ningún primer ataque en karate
Karate no hace nada primero
Karate ni sente nashi

Este precepto sigue al pie de la letra el dicho popular:

Violencia genera más violencia

bodhidharmayoshitoshi1887Algunos de ustedes habrán leído que el karate tiene su origen más antiguo en las manos de Bodhidharma quien llego a la China a trasmitir el Budismo y al encontrarse con monjes débiles físicamente les enseño lo que se entiende dio origen a las artes marciales, buscaba un balance mente y cuerpo fundamental. Sin embargo hay otros autores que dicen que este relato carece de veracidad. Cierto o no el hecho es que las artes marciales se han asociado a la filosofía Budista Zen y por consiguiente contienen en ella no sólo el cultivo del autocontrol, sino también la actitud de la no violencia, de no generación ni alimentación de los conflictos.

Esto no significa que nos debamos quedar como una berenjena mientras nos vulneran de cualquier manera, más bien una acción contundente para frenar cualquier tipo de violencia es en si mismo una representación fiel del otros principios que trataremos más adelante y en si mismo de este. Pero siempre manteniendo una mente balanceada. Gran detalle.

A veces puede parecer una dicotomía difícil de aceptar, pero tal vez os puedo poner algún ejemplo de cuando una acción contundente (física o verbal), no necesariamente está cargada con una acción mental violenta en si misma, sino que forma parte de un estado balanceado, en si una acción no una reacción.

ejemplo: hace un par de años iba de vuelta a casa en la bici por la ciudad de Barcelona y de pronto veo una madre dándole a mano abierta a su pequeño, que lo tenía agarrado con la otra mano, sin posibilidades de alejarse o correr, esconderse o lo que fuera, me paro a ver la situación, y ve que de hecho la madre lleva un desespero y una carga de violencia en sus acciones que no me dejó indiferente, a lo cual desde la otra calle comencé a gritar para advertirle que le dejara, que no le pegara más, le amenacé con llamara  ala policía si seguía, y ella con llamar a su marido para que mientras ella apaleaba a su hijo su marido pudiera apalearme a mi. Me quedé mirando por unos 10-15 minutos hasta que vi que la mujer se calmó y se lo había pensado un poco mejor. En este caso mis gritos, mis amenazas con la policía, mi mirada penetrante aunque contundentes estaban cargadas de amor hacia el pequeño y con la tranquilidad de estar haciendo lo correcto.

Sin Ataque, una mera defensa.

Hay alguna historia que escuché durante el vipassana, En este caso Saya Gyi U Ba Khin luego de ver como uno de sus estudiantes no meditaba dentro de su celda, siempre que el iba, este estudiante estaba haciendo de todo menos meditar, U Ba Khin  había ya tolerado por días esta situación, así que luego de decirle a Goenkaji «observa esto» se dirigió a la celda y con fuerte contundencia, alaridos, y demás le deja claro al estudiante que ha llegado el momento de trabajar y que basta de flojeras… según Goenkaji, Ba Khin salía de la celda a carcajadas, satisfecho con ver que su acción había funcionado, este estudiante luego se convirtió en uno de los más avanzado de U Ba Khin. Aquellos gritos, aquella acción iba cargado no con violencia, sino con amor.

Ver anterior: El Karate-dō comienza y termina con cortesía

Ver siguiente: El karateka debe seguir el camino de la justicia

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